La psicología transpersonal surge Abraham Maslow y Anthony Sutich en 1969 con la publicación del Journal of Transpersonal Psychology, seguida de la fundación de la Association for Transpersonal Psychology en California (EEUU) en 1972.
En una sesión de terapia transpersonal se realiza una indagación muy profunda, con una mente abierta a que el individuo es más que una persona separada de los demás y del entorno, para abrirnos a la interconexión con todos, la naturaleza, el grado de expansión de consciencia y atender las necesidades únicas que presenta, con una visión integral en la que no se busca que «calce» en la sociedad.
La travesía compasiva hacia el interior abre las puertas a diversas experiencias llenas de intensidad, dolor, luz y sombra. Es un profundo proceso de autoconocimiento y transformación hacia una vida con mayor conciencia y bienestar.
La terapia transpersonal nos permite trascender nuestra individualidad y abrirnos a la interrelación con todo y todos, reconciliándonos con nuestras relaciones laborales, amorosas y familiares, y resignificando lo que consideramos conflictivo, conectando con la fuerza que nos impulsa hacia una mayor conciencia y amor.
Se realiza mucho trabajo a nivel del inconsciente (regresiones, hipnosis, meditación) para lograr un conocimiento más profundo de nosotros mismos, comprendiendo nuestros sentimientos, creencias y decisiones de manera más amplia.
El término «transpersonal» se refiere al grado de expansión de la conciencia de una persona en la vida espiritual, no vinculado a una creencia o religión específica.
Las mentes detrás de la psicología transpersonal.